Hace un mes le planteaba a un amigo el reto de ser signo de contradicción, de tomarse la vida en serio, de ser un buen cristiano, y empezó a luchar, a nadar contra la corriente, pero que difícil le fue dejar lo que mas le gustaba. Cuando tuvo su primera lucha en serio se dio cuenta que las cosas eran en serio, todavia recuerdo sus palabras cuando me decia: "No lo pienso hacer", "Ya me cansé" "Por qué a mi"......
Mientras escuchaba su berrinche recordaba a San Josemaria y le pedia que me de las respuestas acertadas para cuadrarlo y que siga luchando.
Se me vino a la mente muchas actitudes de muchachos que al tomarse la vida en serio el demonio empieza a invadirlos con ideas absurdas, miedos, temores, complejos y dije: "al demonio se le vence con la oración".
Pero de verdad... ¿cuantos jóvenes no luchan?; ¿cuánta gente no quiere ser signo de contradicción?; es que falta oración.... hoy de verdad hay mas tentaciones que antes, al joven se le presenta muchas cosas fáciles y no luchan.......
Pues tengo toda la intención de seguir apostando por la perseverancia, por dar a cada uno lo que le toca y sobre todo a rezar, rezar para que tengan las armas necesarias y asi puedan seguir nadando contracorriente.
¡Que cuesta! —Ya lo sé. Pero, ¡adelante!: nadie será premiado —y ¡qué premio!— sino el que pelee con bravura. Camino 720
El mundo, el demonio y la carne son unos aventureros que, aprovechándose de la debilidad del salvaje que llevas dentro, quieren que, a cambio del pobre espejuelo de un placer —que nada vale—, les entregues el oro fino y las perlas y los brillantes y rubíes empapados en la sangre viva y redentora de tu Dios, que son el precio y el tesoro de tu eternidad. Camino 708
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