sábado, 20 de junio de 2009

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI


SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

“YO SOY EL PAN VIVO BAJADO DEL CIELO, QUIEN COMA DE ESTE PAN VIVIRÁ PARA SIEMPRE.


En Jueves Santo, el Señor Jesucristo nos dejó la Eucaristía, memorial de su pasión, muerte y resurrección. Lo hizo de manera privada, a sus discípulos. Hemos acabado el tiempo de pascua y en esta santa solemnidad el Señor nos exige un paso más: pasar de lo privado a lo público. Hoy nos arrodillamos porque ¡Dios esta aquí! En el Corpus, la presencia del Señor, se dilata. No se conforma con recibirnos, cómodamente, en el interior de una iglesia. Ahora, el Señor, nos dice: si crees de verdad en mí, da también testimonio de mí. Hoy, más que nunca, nuestras calles son testigos de cientos y miles de manifestaciones de todo tipo. ¿Es la procesión del Corpus una manifestación pública de nuestra fe? ¿Somos conscientes del gran don, del gran milagro, de la gran presencia divina que sale fuera del templo en medio de una lluvia de pétalos, en la sagrada custodia, incienso y cantos? El Señor, más que custodias, nos necesita a nosotros. Custodias, pero de carne y de hueso; para amar y para ayudar; para levantar y dignificar tantas situaciones que, injustamente, emergen a nuestro encuentro. El Señor quiere que, nosotros, seamos las más valiosas y auténticas custodias de su amor allá donde nos encontremos. No podemos conformarnos acompañar a Jesús, en el día del Corpus, y a continuación, encerrarle en la conciencia de cada uno. ¿Qué hago yo por el Señor? ¿Manifiesto públicamente mis convicciones religiosas? ¿Son mis acciones y mis palabras destellos de que Dios vive en mí? ¿Soy custodia, que cuando se contempla, infunde caridad, cercanía, compromiso, justicia, paz, etc.? Recuperemos el gusto por la Eucaristía y, a continuación, brillará con esplendor una de las manifestaciones que más ha calado, y lo sigue haciendo, en nuestra vida católica. ¡Te necesitamos, y en la calle, también, Señor!
Este Año, el Santo Padre ha proclamado, a partir del 19 de junio, el AÑO SACERDOTAL, para meditar y buscar todos juntos la referencia a la identidad de Cristo, Hijo de Dios, en comunión con el Padre y el Espíritu Santo, a la misión de revelar al Padre y a su admirable diseño de salvación. Esta misión de Cristo nos lleva a todos los sacerdotes ser en la Iglesia: El Buen Pastor, que da su vida por la Iglesia. Nuestra espiritualidad no puede ser otra que la de Cristo, único y Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento.
Los invito a participar de las actividades previas al inicio del Año Sacerdotal martes a viernes a las 8.00pm; el martes video cine, el miércoles charla sobre el Año Sacerdotal, el Jueves Hora Santa por las vocaciones y la santidad de los sacerdotes y el viernes Misa Solemne dando inicio del Año Sacerdotal. Esperamos contar con su presencia en esta semana previa tan importante para nosotros.

Pbro. Christian Juárez Sánchez
Párroco

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